Un recuerdo para el amigo Oro.

Un recuerdo para el amigo Oro.

Por Pablo Lozano.

* Cuando uno es estrella tiene muchos amigos pero cuando la suerte comienza a declinar los amigos se comienzan a ahuyentar: Pompin.
* Todos somos una familia, las estrellas son arriba del ring, pero eso muchos lo olvidan.
* Todos los días le pido por muchos de mis amigos, para que estén bien todos aquellos que hoy ya se encuentran en la arena celestial.

(AMI SPORTS) La tarde de este martes 26 se llevo a cabo la misa en honor a los 17 años de fallecido del luchador Oro además de recordar a otras grandes figuras del pancracio nacional que también se nos han adelantado, figuras de la actualidad como Máscara Dorada, Camorra, Apolo Estrada Jr así como el réferi Pompin y el veterano Águila Dorada fueron solo una parte de los invitados que acudieron al embudo coliseino a rendirle un homenaje más a sus amigos que hoy luchan en la Arena Celestial.

El padre Fray Tormenta fue el encargado de ofrecer la misa en memoria de figuras como el Santo, Blue Demon, La Fiera, Black Shadow, Escorpio, Bobby Bonales, Médico Asesino, Ray Mendoza, el Enfermero, Dr. Wagner, Ángel Blanco, Enrique Yáñez, Chabela Romero, Huracán Ramírez, Cavernario Galindo, Anibal, Don Salvador Lutteroth y muchos más también fueron recordados por los asistentes.

Sobre lo que significa esta fecha el réferi Pompin comento, “recuerdos muy grandes, de Oro, fue un gran luchador, joven que llego a ser campeón y que nunca vi que se le subiera a la cabeza el ser estrella, hay ocasiones que me faltaba un luchador y me decía ¿Ahora que le pasa Don pompin?, me decía que el subían aunque mis zapatillas fuera del nueve o si le faltaba la máscara decía que se la volteaba al revés y subía”.

Como una de sus últimas anécdotas con Oro, pompin recuerda que poco tiempo antes de aquel martes fatídico en la Pista Arena Revolución, Javier le dijo que le ayudara a ponerle una red en la rodilla y linimento en la espalda en tanto le contaba de los viejos como el Santo, Blue Demon y demás figuras.

Pero llego aquel martes 26 de octubre, y antes de subir a lo que sería su última batalla en la Arena Coliseo, Oro le pidió a Pompin que le dijera el poema que éste le dedica a la lucha libre y el cual dice así:

Lucha es nombre de mujer y hay que amarla hasta la muerte

Yo estoy casado contigo y nunca dejare de quererte

Por que tú me has dado en mis noches sobre un ring a un público

Apasionado y enardecido el aplauso y el chiflido, y aun la más grande leperada

Cuando hacía el ring yo me encamino sus alaridos escucho

Y se que esta noche con la muerte otra lucha yo tendré

Y solamente Díos sabe si yo con vida de este ring bajaré

Pero todo esto no lo cambiaría por nada

Por que todo cuanto tengo en esta vida

Tú me lo has dado a mi lucha adorada

Mis viajes por el mundo que a mí jamás me han costado nada

En mis viajes a grande gentes yo conocí

Y algo bueno de ellas yo aprendí

En giras de cuanto vino y mujeres disfrute

Y cuantas veces por pegarle a un mal aficionado a la cárcel yo paré

Pero tras las rejas ninguno de mis falsos amigos fue

Es por eso que hoy me lleno de tristeza y de coraje

Al recordar que por culpa de un borracho

Cuantos y cuantos amigos míos esta vida han dejado

Un consejo a los nuevos luchadores hoy les dejo

Que quieran, amen y respeten la profesión del luchador

Que es una cosa muy bella y hay que llevarla con honor

Y que siempre recuerden que lucha es nombre de mujer

Y hay que amarla hasta la muerte…

“Ese día Javier me pidió que se lo dijera y quien iba a imaginar que todo terminaría ese día, hay don Pompin, usted siempre con sus cosas – dijo Oro, no Javier, es la verdad – respondió Pompin, a mí se me han muerto así muchos amigos luchadores y creo que los luchadores de hoy deben reconocer que es un barco, en el cual vamos todos no importa si es el luchador más pequeño que trabaja para una de las arenas más chicas, es el mismo barco, hay que convivir”, comentó el réferi quien dice con tristeza que el día que se fue Escorpio solo eran 10 compañeros en su último adiós.

Mientras que el veterano de mil batallas el Águila Dorada comentó, “fue un gran luchador, no tuve mucho conocimiento de él por que yo me retire hace mucho tiempo cuando el surgió, pero el tiempo que lo vi era fantástico y mis respetos para él, y hasta la fecha creo que como pasa con otra gente como el Santo, no habrá otra gente con las acrobacias que hacía él”.

Con nostalgia el Águila explica que ha pasado el tiempo muy rápido pues son más de 17 años de su partida y que en lo personal jamás imagino llegar a vivirlos, pero gracias a Díos hoy esta en este mundo y amando mucho a la lucha libre, “es padre pero a la vez triste, por que solo uno sabe lo que trae adentro”, y añade que la máscara sirve para ocultar muchas cosas como los sentimientos, y que con el paso del tiempo jamás ha dejado de amar su máscara, y que en caso de morir y volver a la vida volvería a ser luchador.