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Arena Naucalpan, 4 de Octubre

by Gladiatores



Reseña Arena Naucalpan
Domingo 4 de octubre de 2009
Texto y fotos: Diego Mejía Eguiluz

Después de que la semana pasada se rompieron alianzas y se lanzaron retos, el Gringo Loco, Bushi y Avisman se enfrascaron en un triangular de apuestas, en el que el oriental arriesgaba su incógnita y sus dos rivales ponían en juego las cabelleras.

La mecánica del combate establecía que los tres gladiadores combatirían entre sí en una mini campal; los dos luchadores que resultaran eliminados serían enviados a la hoguera y se enfrentarían en una caída adicional para definir quién perdería su máscara o su cabellera.




Apenas sonó la ocarina, los tres luchadores comenzaron a castigarse entre sí. Por momentos, Avisman y el Gringo entablaban una alianza para encarar al técnico, pero inmediatamente rompían la sociedad y buscaban algún golpe o llave que eliminara a su rival.

Las acciones se daban tanto arriba del encordado como debajo de él. Algunos castigos se aplicaban incluso en el área de refrigeradores y en la pasarela donde salen los luchadores.

Conscientes de lo que ponían en juego, los tres participantes de esta justa dieron su máximo esfuerzo e incluso ejecutaron algunos vuelos hacia fuera del cuadrilátero, sin importar el gasto de energías que estas acciones implicaban.



El primero en ser eliminado fue el Gringo Loco, cortesía de Avisman, aunque la acción no fue del todo legal pues el campeón de peso ligero primero fauleó al estadounidense para después llevárselo al toque de espaldas.

Avisman no festejó mucho esta victoria parcial, pues aún le faltaba rendir a uno más para salvar su cabellera. El Gringo, mientras tanto, alegaba que había recibido un golpe prohibido, pero sus quejas no fueron escuchadas.

Bushi volvió a reforzar su condición de ídolo en Naucalpan y fue de los más ovacionados en este combate. Para corresponder a esos gritos de apoyo, dio el extra para salvar su máscara y complacer al público.



El Gringo, sin embargo, quiso influir en el desarrollo del combate y jaló de los pies a Avisman para golpearlo debajo del ring, ante los gritos del réferi el Grillo, que le reclamaba que él ya estaba rendido y no debía intervenir.

Bushi continuó con los castigos para el rudo campeón y se lo llevó a la lona con un fuerte suples, para después rematarlo con toque de espaldas para de esta manera salvar, una vez más, su incógnita.

Una vez anunciada la caída adicional que definiría quién perdería la cabellera, Avisman buscó inmediatamente eliminar al Gringo Loco con una sorpresiva serie de toques de espaldas, pero la tercera palmada se mantenía elusiva, dándole vida adicional al Gringo Loco.

Después de un brutal ataque de Avisman hacia el gladiador importado, consistente en estrellones contra los refrigeradores, la frente del Gringo Loco comenzó a sangrar, mermando así su condición física.

El campeón de peso ligero buscó nuevamente la rendición, ahora con unos tirantes a los brazos y castigo a la espalda, pero el orgullo del Gringo le dio fuerzas suficientes para soportar el dolor y romper la llave.

Avisman buscaba no caer en la desesperación, pero su paciencia se le acababa pues cada que llevaba al Gringo al toque de espaldas, éste lograba separar los hombros de la lona antes del tercer segundo.

El Gringo sacó fuerzas de flaqueza para reaccionar, y con una serie de estrellones contra el poste provocó que Avisman también sangrara de la frente, y así ambos quedaron en igualdad de condiciones.

Posteriormente, el Gringo comenzó a castigar a Avisman con una serie de patadas y azotones, los cuales complementó con una enredadera con toque de espaldas. El Grillo inició el conteo y Avisman no logró zafarse antes de la tercera palmada y se llevó un doloroso descalabro.

No había nada que alegar. La victoria fue legal y Avisman, que era el favorito del público en ese mano a mano, reconoció el triunfo de su adversario y caballerosamente le alzó la mano y permitió que fuera rapado en el centro del ring.

Mientras el Gringo celebraba, Avisman declaraba que esto no ha terminado y esperara a que le crezca el cabello para buscar una revancha.

Para el Gringo ésta es su más importante victoria desde que llegó a las filas del Grupo Internacional Revolución, mientras que a Avisman le queda el consuelo de que sigue siendo el rey de los pesos ligeros de IWRG.



En el encuentro semifinal, reaparecieron los campeones de tercias del Estado de México, los Terribles Cerebros, que se enfrentaron al equipo conformado por Exodia, Mike “Suicida” Segura y el guapachoso Chico Che.

Los Cerebros no olvidan que tienen cuentas pendientes con el tropicoso y robusto gladiador, e inmediatamente se fueron encima de los tres técnicos para no darles oportunidad alguna en el combate.



Fieles a su estilo, los Terribles Cerebros hicieron del ataque en conjunto su mejor estrategia para doblegar a sus rivales. Los técnicos buscaban alguna equivocación de sus rivales, pero el acoplamiento de los rudos era casi perfecto y supieron llevar el combate al ritmo que más les convenía.

Después de disponer de sus rivales en la primera caída, los Cerebros y Terry continuaron su labor destructiva, ahora enseñándose con el hombro del novato Exodia, que por más que buscaba romper el castigo o dar el relevo a sus compañeros, no lo lograba y continuaba siendo lastimado.

Cuando el hijo del Olímpico logró dar el relevo, los rudos centraron su ataque sobre el Suicida Segura, pero los Cerebros olvidaron por un instante que Mike Segura fue su compañero durante varias noches cuando militaban en el bando técnico, y cayeron en el exceso de confianza, el cual resultó contraproducente.



La experiencia de Segura fue clave para encabezar la reacción del bando técnico, y de manera vertiginosa los cartones se emparejaron para forzar una tercera caída.
Con la confianza de haber empatado la batalla, los técnicos poco a poco comenzaron a ejecutar las espectaculares evoluciones a las cuales han acostumbrado a los aficionados.

Esto, combinado con el acoplamiento y recio estilo de los rudos, dio como resultado una tercera caída de alarido que se definió de manera favorable a los técnicos cuando en duelo de capitanes Chico Che rindió a Terry con una variante de cangrejo.

De nueva cuenta los técnicos retaron a los Cerebros a una lucha por el cinturón de tercias del Estado de México.



En el duelo especial de la noche, Péndulo y los Gemelos Fantásticos I y II tuvieron un duro enfrentamiento contra los rudos Hijo del Diablo, el panameño iluminado Veneno y el enmascarado Tóxico.



Los rudos iniciaron las acciones de manera pulcra, enfrentando a ras de lona a sus contrincantes, y de esta manera anularon en un principio a sus rivales, que se especializan más en la lucha aérea.

Veneno se trenzó en el duelo de llaves y contrallaves con Péndulo, quien respondió de la misma manera.

Los Gemelos poco pudieron hacer ante el empuje de Tóxico y el peculiar estilo del Hijo del Diablo y antes de que tuvieran tiempo de llevar el combate a los terrenos en los que se siente más cómodos, se vieron sorprendidos por poderosos castigos que no pudieron romper.



Al verse en desventaja, los técnicos se vieron en la necesidad de cambiar el ritmo de la batalla, pero los rudos no les daban el espacio necesario y la reacción científica se tornaba una misión imposible.

Fue precisamente Péndulo quien logró encabezar la reacción de su bando, y ése era el espacio que estaban buscando los científicos para poder exhibir sus lances espectaculares, los cuales les valieron para empatar la lucha.

En el tercer episodio los rudos ya habían medido los alcances de los técnicos y supieron cómo responder ante los embates de sus rivales, para poco a poco inclinar la balanza a su favor.

Tóxico y Veneno daban cuenta debajo del ring de uno de los Gemelos y de Péndulo, mientras que arriba del encordado el Hijo del Diablo sacó la colmillada y fingió un foul, aprovechando que los réferis trataban de poner orden con los demás contrincantes.

Los gritos de foul del Hijo del Diablo hicieron reaccionar al Grillo y al Rubinsky, y desconcertados por no haber visto qué pasó, decidieron creerle al rudo y les otorgaron la victoria por descalificación a Tóxico, Veneno e Hijo del Diablo.


Exitoso fue el debut de Maldito júnior y Samot, que enfrentaron a los técnicos Eragón e Imperial.

El mayor tonelaje de los rudos fue determinante en el desarrollo de esta lucha, aunque los técnicos tuvieron momentos en los que pudieron lucir sus conocimientos de llaveo.



Claro que los rudos tenían bien definida su estrategia y después de sembrar una falsa confianza en los científicos, comenzaron a castigar en montón a sus adversarios.

Eragón fue proyectado hacia fuera del encordado, y se golpeó en el corral de protección y terminó lastimado. El médico de la arena se acercó para atender al cazador de dragones y los rudos aprovecharon para rendir al Imperial.

Eragón alcanzó a regresar al ring, pero el dolor del que era presa era muy fuerte y fue rendido con una combinación de cangrejo y a caballo.


En el descanso entre caídas el médico volvió a atender a Eragón y lo llevó a los vestidores para ponerle un vendaje.

Imperial, aunque lo intentó, no pudo contra dos rivales que lo superaban por mucho en peso y estatura y fue rendido antes de que su compañero pudiera regresar al ring.

Cuando Eragón salió de los vestidores, los rudos acabaron rápidamente con él para llevarse el combate en un contundente dos al hilo.


En la de abrir el cartel, el Extraño se enfrentó a Dinamick Black en duelo pactado a tres caídas.



Ambos jóvenes buscaron la victoria por todos los medios posibles, y al final fue el Extraño quien logró salir con el brazo en alto.


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