Arena Naucalpan 13 de Diciembre

Reseña Arena Naucalpan
Domingo 13 de diciembre de 2009
Texto y fotos: Diego Mejía Eguiluz

Después de estar ausente de las filas del Grupo Internacional Revolución por la lesión que lo aquejaba, el Príncipe Maya, Canek, reapareció en la arena Naucalpan.
Llevándose una gran ovación por parte del público apenas puso un pie fuera de los vestidores.

En este regreso a los cuadriláteros, el Príncipe Maya tuvo como aliados al Pantera y a Scorpio júnior. Para recibir a esta tercia técnica, el bando de los rudos envió al equipo conformado por el Pirata Morgan, el Hijo del Pirata Morgan y el Hijo de Cien Caras.

Irreverentes como suelen ser, los rudos buscaron la humillación de los técnicos, y desde el inicio de la contienda trataron de romperles el ritmo al no permitir el enfrentamiento mano a mano.

Las intervenciones ilegales de los rufianes estuvieron a punto de surtir efecto, pero la experiencia de los científicos les permitió mantener la cabeza fría en todo momento y no caer en el juego de los rudos.

Canek fue el que se encargó de iniciar la debacle ruda en la primera caída. Pirata Morgan y el Hijo de Cien Caras trataban de dominar entre los dos al Príncipe Maya, pero el poderío de éste era superior y logró ponerlos quietos.

Pantera y Scorpio júnior, por su parte, se complementaban a la perfección para que así los técnicos fueran los triunfadores en la primera caída.

El capítulo intermedio iba por el mismo tenor. Pantera desquiciaba a sus oponentes con ejecuciones aéreas bastante precisas; Scorpio júnior, por su parte, hizo gala de ese estilo recio que lo caracteriza desde su época de luchador rudo.

Parecía que los rudos no lograrían sortear la barrera que habían edificado los técnicos, pero el ataque alevoso y traicionero en esta ocasión sí rindió frutos y al son de tres contra uno comenzaron a doblegar la resistencia de Canek. Pantera y Scorpio trataban de apoyar a su compañero, pero fueron bien neutralizados por el Hijo de Cien Caras y el Hijo del Pirata Morgan. Mientras tanto, el autonombrado Mejor Luchador del Mundo se daba gusto castigando a diestra y siniestra a Canek. Esta fórmula resultó bastante
efectiva y la segunda caída fue para los rudos.

La tercera caída fue todavía más difícil para los técnicos. Por más que buscaban, sus rivales no les daban respiro. No obstante, la reacción sí llegó a tiempo, y motivado por los gritos de los aficionados, Canek sacó fuerzas de flaqueza para comenzar a doblegar a sus rivales.

Pantera y Scorpio júnior, que anteriormente habían sido castigados afuera del cuadrilátero, ahora les pagaban con la misma moneda al Hijo del Pirata Morgan y al Hijo de Cien Caras; Canek se encargaba de Pirata Morgan, mientras que el corsario pedía clemencia.
La experiencia de Pirata Morgan fue la que sacó a flote a su bando antes de que los rudos naufragaran. El bucanero aprovechó una distracción de los réferis para conectar un foul a Canek y llevárselo en toque de espaldas; por si fuera poco, el Pirata también se apoyó en las cuerdas, por lo que el Príncipe Maya no pudo zafarse antes de la tercera palmada.

De esta manera se decretó la victoria para los rudos, a los que no les importó mucho haberla obtenido de manera ilegal.

Molesto por estas acciones, Canek retó a Pirata Morgan a un duelo mano a mano.

La lucha semifinal marcó el regreso de los Traumas al bando rudo. Acompañados del iluminado Veneno, Trauma I y II se enfrentaron a los técnicos Bushi, Mike “Suicida” Segura y Angélico.

A pesar de defender nuevamente el bando que los vio nacer, los Traumas iniciaron de manera bastante técnica el combate. Trauma I se trenzó en un muy buen intercambio de llaves con Angélico, mientras que el Trauma II hizo lo propio con Mike Segura. Ambos duelos arrancaron un fuerte aplauso al público asistente.

Veneno se encargó de meter un poco de desorden, aunque sus acciones siempre estuvieron en el límite entre lo permitido y lo prohibido. Con esta combinación que resultaba letal, la primera caída terminó de manera favorable al bando de Veneno y los Traumas.

En el segundo episodio continuamos apreciando el intercambio de llaves, aunque en el momento exacto los rudos comenzaron a atacar al dos contra uno a sus oponentes.

Los técnicos, sin embargo, supieron reaccionar a tiempo, y empezaron a llevar el combate al estilo aéreo. Dicho cambio de estrategia resultó ser bastante efectivo, pues los rudos no pudieron seguirle el ritmo a sus rivales y cayeron derrotados en ese capítulo intermedio.

La tercera caída resultó ser la más interesante del combate. Trauma I logró sobreponerse a una dolencia que le provocó una llave de Mike Segura en la segunda caída y, junto con su hermano, encabezó un muy efectivo ataque en contra de los técnicos.

Veneno, mientras tanto, continuaba con sus castigos recios sobre los científicos, que seguían haciendo gala de sus recursos aéreos.

Vuelos de Mike Segura y Bushi hacia fuera del ring dejaron a los Traumas momentáneamente noqueados, y de esta manera quedó todo listo para que Veneno y Angélico, capitanes de sus respectivos equipos, definieran el combate.

El final de la lucha resultó ser bastante controvertido. Angélico esquivó una cachetada de Veneno, y quien se llevó el impacto fue el réferi El Grillo. El otro nazareno, el Yudi, observó esto pero consideró que no había intención en agredir al Grillo y permitió que continuaran las acciones. Veneno aplicó una espectrina con giro sobre Angélico y lo dejó noqueado. El Yudi contó las tres palmadas de rigor, pero antes de que pudiera alzar el brazo de los rudos, el Grillo logró reincorporarse y descalificó a los Traumas y Veneno.

A pesar de este final anticlimático, la gente premió a los seis gladiadores con una lluvia de dinero.

Los rudos Gringo Loco, Capitán Muerte y Xibalba resultaron ser una aduana bastante para Zatura, Exodia y Eragon.

Basándose en los ataques en conjunto, y contando con la complicidad de los réferis, que no permitían el ingreso de los técnicos, los rufianes tomaron una rápida ventaja sobre sus oponentes. Incluso el Gringo Loco se dio el lujo de agredir a nopalazos a sus rivales.

Eragon, quien continúa escalando hacia mejores lugares en las carteleras, buscaba iniciar una reacción, pero sus intentos resultaron infructuosos.

Lo mismo ocurría con Zatura y Exodia, que sufrían a causa de los embates de sus oponentes.

Zatura y Eragon supieron combinar esfuerzos para, ahora sí, inclinar la balanza a su favor, y de manera rapidísima pudieron emparejar las acciones.

En la tercera caída los técnicos estaban crecidos. Pudieron hacer gala de sus recursos tanto a ras de lona como en el aire, y poco a poco lograban desesperar a los rudos.

Con lo que no contaban los limpios era con la veteranía de Xibalba y Capitán Muerte, que complementados por el gladiador estadounidense lograron regresar las aguas a su cauce e imponerse en la tercera caída.

Tras el triunfo, Xibalba se ensañó con Exodia e incluso le arrancó la máscara.

El segundo combate de la noche enfrentó a los técnicos (y exóticos) Miss Gaviota y
Diva Salvaje ante la Ola Maldita (Maldito júnior y Samot).

La diferencia de peso entre ambas duplas era notoria, y terminó jugando un papel determinante. En la primera caída un vuelo de Miss Gaviota sobre Samot hacia fuera del ring presagiaba la victoria técnica, pero el Maldito júnior sorprendió a la Diva Salvaje con castigo a la espalda y brazos.

La segunda caída fue aún más difícil para los limpios, pues Maldito júnior y Samot no aflojaron el ritmo. Al final, y de manera polémica, los rudos se imponen cuando Samot faulea a Miss Gaviota y luego lo lleva al toque de espaldas; gracias a que el rudo se apoyó en las cuerdas, Miss Gaviota no pudo evitar la fatídica tercera palmada.

En el duelo que abrió el programa, Cometa de Fuego y Dinamita Kid ofrecieron un muy interesante duelo. A pesar de ser rudo, Cometa de Fuego se vio favorecido con el apoyo del público, pero a final de cuentas la victoria fue para el técnico Dinamita Kid en tres caídas.

Sigan los pormenores de las funciones de la Arena Naucalpan, todos los jueves, en vivo, a través de http://radio.thegladiatores.com

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