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Arena Naucalpan 23 de Agosto

by Gladiatores



Reseña Arena Naucalpan
Domingo 23 de agosto de 2009
Texto y fotos: Diego Mejía Eguiluz

Tres días después de haberse encontrado en la arena Naucalpan, para la tercera edición del Festival de Máscaras, Sangre Chicana y Mano Negra tuvieron ante sí la revancha para saldar las cuentas por lo acontecido el jueves pasado.




El hombre del guante negro se hizo acompañar por el Rey del Ring 2009, Ricky Cruz, y el Oficial 911 (quien continúa con algunas intervenciones en el bando técnico), mientras que el Amo del Escándalo tuvo en su esquina el apoyo de su hijo, Sangre Chicana júnior, quien hacía su debut en Naucalpan, y el Doctor Cerebro.

Desde el inicio de la batalla Mano Negra buscó a Sangre Chicana, pero éste rehuía el combate para desesperar al enguantado, quien optó por dar el relevo a sus compañeros.

Doctor Cerebro y, posteriormente, Chicana júnior fueron quienes iniciaron la contienda por el bando rudo, cada uno combatiendo en mano a mano con sus rivales; mientras tanto, Chicana hacía gala de su colmillo y apenas sus cómplices eran castigados con alguna llave se metía para romper las acciones.

Los técnicos cayeron en la desesperación y fue entonces que los rudos emplearon la técnica del montón para imponer sus condiciones.



Doctor Cerebro fue un muy buen complemento para los norteños, quienes lucieron el acoplamiento que los ha caracterizado en sus combates en el norte de la República.

A pesar de su juventud, Sangre Chicana júnior demostró que los seis años que ha estado luchando en el norte del país, así como en Estados Unidos, le han dado la experiencia suficiente para encarar a quien se le ponga enfrente, así como para enardecer al público con sus rudezas.

Una vez que establecieron el dominio, los rudos se dieron gusto haciendo sufrir a los técnicos, que en la primera caída no hallaron el modo de romper el ritmo de los rudos y al final cayeron derrotados en ese episodio.

Encarrerados como estaban, los rufianes no dieron descanso a sus rivales y continuaron con la felpa sin esperar a que sonara el silbatazo que iniciara oficialmente la segunda caída.

Sin embargo, los científicos lograron encontrar un resquicio por el cual escapar y aprovecharon un momento de titubeo al momento de dar el relevo, para iniciar una reacción que incluso desencadenó en un pleito padre-hijo cuando Mano Negra saca a Sangre Chicana y a su vástago del ring, y en lugar de volar en tope, aprovechó que sus oponentes estaban agachados y golpeó a Andrés Richardson, quien al no ver lo que en realidad ocurrió pensó que fue su hijo el que lo había agredido y comenzó a reprenderlo, e incluso estuvo a punto de golpearlo.

Mano Negra fue bien apoyado en esta segunda caída por el Ricky Cruz, quien a pesar de militar en el bando técnico no olvida sus días de rudo y respondió a los ataques recibidos con la misma moneda, y aprovechando su mayor corpulencia tomó ventaja ante el hijo del Pocho Maldito y hasta estuvo a punto de despojarlo de su máscara, pero la oportuna intervención de los réferis Yudi y Grillo lo impidió.



No obstante, un par de golpes que Cruz conectó a Chicana júnior provocaron que, por reflejo, Sangre Chicana júnior mostrara el rostro por cuestión de un segundo.

911, por su parte, retomó su pique con el Doctor Cerebro e hizo que el galeno pagara sus fechorías.

La reacción científica fue suficiente para que se empatara la lucha y se prolongara a una tercera caída, en la cual Sangre Chicana volvió a discutir con su hijo y estuvo a punto de desheredarlo.

En esta ocasión, Chicana intentó entrar de manera rápida al encordado, pero atoró su pie con la primera cuerda y cayó de bruces. Cegado por el coraje, pensó que fue su hijo quien le había movido la soga y nuevamente lo encaró, pero el júnior, respetuoso de su padre, sólo se hacía a un lado y juraba no tener nada que ver con el accidente de su padre.

Cuando los conflictos entre ambos luchadores se solucionaron, los rudos salieron con todo para recuperar el terreno perdido, aunque se encontraron con unos técnicos que no estaban dispuestos a ceder terreno.

Al final, el combate se definiría entre los capitanes de ambas tercias, Mano Negra y Sangre Chicana, y al igual que lo hiciera ante Villano III tres días antes, Chicana fauleó a Mano Negra y lo llevó al toque de espaldas para que los réferis, quienes se encontraban distraídos al momento de la patada a las partes
nobles, hicieran el conteo de los tres segundos apenas voltearon.

De esta manera, una vez más, Andrés Richardson y compañía salieron victoriosos, aunque con trampas.

Los técnicos, molestos, no aceptaron el resultado y pidieron una revancha.


Los Traumas I y II siguen en la búsqueda de los cinturones de los Oficiales, y tuvieron la oportunidad de ganarse una nueva lucha titular al enfrentar en duelo en relevos sencillos a los Oficiales Fierro y AK-47.



No obstante, los representantes de la ley no están dispuestos a caer ante los Traumas, y mucho menos a darles alguna ventaja, y apenas salieron los técnicos de los vestidores se les fueron encima para iniciar un devastador ataque del cual no pudieron reponerse los miembros de la Dinastía de la Muerte.

Claro que antes de dar cuenta de sus rivales, los Oficiales se dieron gusto castigando a los Traumas y hasta se dieron el lujo de traerlos de poste a poste e incluso de conectarles algunas patadas que estuvieron muy cerca de la zona de foul.



Sabiéndose en desventaja después de haber perdido la primera caída, los Traumas trataron de remar contracorriente, pero los Oficiales no les daban respiro alguno. Sin embargo, la reacción llegó para los herederos del Negro Navarro y pronto fueron los Oficiales quienes recibieron golpes a diestra y siniestra.

Mientras Trauma I se daba vuelo castigando al Oficial Fierro en el área de refrigeradores, donde incluso le propinó un sillazo, el Trauma II sometía a AK-47 e incluso le rompió la máscara.

Emocionados con la reacción, la gente apoyó en todo momento a los Traumas, y parecía que éstos se llevarían la segunda caída, pero un par de acciones accidentales obraron de manera contraproducente para la causa científica.

Trauma II quiso conectar unas patadas de canguro sobre uno de los Oficiales, con tan mala suerte que el Oficial se quitó y quien recibió el golpe fue el réferi el Yudi, quien estaba de espaldas haciendo el conteo de los veinte segundo al Trauma I.

El golpe propinó que el Yudi saliera del ring. Las acciones siguieron y Trauma II sacó al Oficial del encordado y voló en tope entre segunda y tercera cuerda. Para su desgracia, además de conectar al rudo, también hizo contacto con el Yudi.

Al percatarse de esto, el Grillo prefirió ignorar la palanca al brazo con la que Trauma I rindió a Oficial Fierro y le dio la victoria por descalificación, y en dos caídas consecutivas, a los rudos.

Molestos por la decisión, los Traumas abandonaron el cuadrilátero no sin antes sentenciar a sus rivales.


En el duelo especial de la velada, Yack y Arlequín Amarillo dejaron en claro que el pique que tienen no terminó con la lucha en jaula del domingo anterior, en la cual ambos salvaron tanto la máscara como la cabellera.



Acompañado de Arlequín Verde y Arlequín Rojo, el Amarillo se dio gusto castigando al favorito de los niños, mientras que sus compañeros, Bushi y el guapachoso Chico Che, poco podían hacer, pues si no eran los rudos quienes los castigaban, los réferis no les permitían la entrada al ring.

Pero no sólo el Arlequín Amarillo quería hacer sufrir a Yack, Arlequín Verde también le entró al pleito y entre ambos castigaron sin cesar el brazo del técnico.

A pesar de lograr una breve reacción en la segunda caída, la cual les bastó para empatar en su momento la lucha, el dominio de los rudos fue latente en todo el combate.

No obstante, el coraje de los rudos terminó siendo su perdición, pues en la tercera caída, a pesar de que lograron rendir a los técnicos, no soltaron a Yack cuando éste dio el sí y continuaron pateándolo. Los réferis, apegándose al reglamento, iniciaron la cuenta de diez segundos, y como los Arlequines no rompieron el castigo, fueron descalificados en la tercera caída.



Para los técnicos fue una victoria agridulce, mientras que los rudos se vanagloriaban por las fechorías cometidas en todo el combate.


En el segundo duelo de la noche, Imperial, Péndulo y Star Boy tuvieron una dura prueba ante los rudos Blasfemia, Fantasma de la Ópera e Hijo del Signo.




El duelo, parejo en su mayoría, ofreció tanto llaveo, como castigos de poder, ataques en montón y vuelos espectaculares por parte de los técnicos.

Parecía que los rudos saldrían con la victoria a cuestas. Blasfemia y el Hijo del
Signo eran dominados por Imperial y Star Boy, pero la experiencia del Fantasma de la Ópera resultó clave.

Péndulo atrapó al Fantasma con huracarrana que el rudo rompió antes de la tercera palmada, y al querer repetirle la dosis, el maloso le volteó los papeles al técnico y le aplicó una terrible desnucadora que fue suficiente para que Péndulo escuchara las tres palmadas, sin poder levantarse. Siendo el capitán de los científicos el que quedó rendido, poco importaron los castigos que aplicaban Imperial y Star Boy y el triunfo fue para la causa ruda.


En el combate inicial del programa, el Extraño se apuntó un nuevo triunfo en esta campaña de reaparición y dispuso de manera rápida de Dynamic Black en tres caídas.




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