Arena Naucalpan 26 de Julio

Reseña Arena Naucalpan
Domingo 26 de julio de 2009
Texto y fotos: Diego Mejía Eguiluz

Después de haber sido una dupla poderosa, Ricky Cruz y Veneno se han convertido en acérrimos rivales. Una vez más se encontraron en el cuadrilátero, y nuevamente los dos luchadores se dieron con todo.

El boricua y actual Rey del Ring se hizo acompañar del Trauma I y del reaparecido Scorpio júnior, mientras que el representante de Súper X estuvo flanqueado por el Hijo de Máscara Año Dos Mil y Tóxico.

Desde el principio de las acciones, los rudos atacaron sin piedad a sus rivales. Veneno se ensañó con Ricky Cruz, pero también tuvo castigos para Scorpio, con quien tuvo rivalidad en meses pasados.

El Hijo de Máscara Año Dos Mil vino a la arena dispuesto a recuperar el tiempo perdido, y lo mismo castigaba al Trauma que al heredero de Rafael Núñez. Tóxico, por su parte, no quiso ser menos que sus compañeros y resultó ser el complemento perfecto para la tercia ruda, que lo mismo hacía sus fechorías arriba como debajo del cuadrilátero.

Gracias al ataque sorpresa, los rudos pudieron anotarse con relativa facilidad la primera caída, pero no contaron con el ímpetu de Ricky Cruz, que comandó la reacción de la tercia científica.

El Trauma I, fiel a su estilo entrón y recio, secundó la reacción y comenzó a desquitarse de las afrentas recibidas, mientras que Scorpio demostró que viene dispuesto a recuperar por sus fueros.

Tras haber empatado la segunda caída de manera rápida, los técnicos aprovecharon el desconcierto que ocasionaron en sus rivales y continuaron imponiendo sus condiciones en el capítulo final.

El bando de los rudos alcanzó a reaccionar e intentó llevarse la victoria a casa, pero a final de cuentas, en duelo de capitanes, Ricky Cruz dio cuenta de Veneno para salir con el brazo en alto.

En la lucha semifinal, Avisman disputó el campeonato mundial de peso ligero, versión IWRG, al actual campeón Trauma II.

A diferencia de los últimos duelos sostenidos, y fieles al reglamento estipulado por la Comisión, el combate se desarrolló en su totalidad en el terreno de la técnica.

Los séconds, Blasfemia por parte del retador y Rigo en apoyo al Trauma II, alentaron en todo momento a sus compañeros con sus palabras, y es de mencionar que en ningún momento influyeron en el desarrollo de la contienda.
La lucha resultó ser un auténtico recital de llaves y contrallaves. Ambos luchadores dominan a la perfección la lucha a ras de lona, y sus estilos se complementaron bastante bien, dando como resultado dos caídas que mantuvieron a los espectadores al filo de sus asientos.

Trauma II se impuso en la primera caída con un castigo al brazo y tijeras al cuello, variante del judo, mientras que Avisman salió avante en la caída intermedia con castigo a manos, brazos y piernas.

Con las acciones niveladas, la gente estaba preparada para disfrutar de lo que sería el capítulo final. Lo mismo se escuchaban gritos de apoyo para el Trauma que para Avisman.

En la tercera caída el Trauma parecía recordar sus tiempos de rudo, cuando golpeó en algunas ocasiones a su retador con el puño cerrado, pero el réferi el Grillo supo controlar las acciones a tiempo para que no hubiera nada fuera del terreno de lo legal.

El combate se vio interrumpido durante unos minutos cuando Avisman azotó al Trauma contra la lona y el campeón se lesionó el hombro al momento de caer.

Fue necesaria la intervención del doctor, quien determinó que el campeón podía continuar en la batalla.

Avisman se percató de esto y centró sus ataques en el hombro lastimado del campeón, diezmando así su condición.

El galeno nuevamente interrumpió el combate para atender al campeón y estuvo a punto de suspender la batalla, pero el Trauma no estaba dispuesto a perder su campeonato de esta manera y, aun a costa de su integridad física, regresó al enlonado.

Avisman buscó la victoria castigando el brazo y también con toques de espaldas, pero el Trauma sacó fuerzas de flaqueza y resistió los embates de su duro retador.

Al final, pudo más el deseo del Trauma por tener un largo reinado, y con castigo a las piernas y tijeras al cuerpo le arrancó la rendición a su retador.

Algunos aficionados recriminaron a Avisman que no pudo acabar con su rival cuando tuvo oportunidad de hacerlo, mientras que otro grupo, más numeroso, comenzó a arrojar monedas al cuadrilátero en señal de reconocimiento por el combate ofrecido por ambos luchadores.

La tercera lucha de la noche marcó lo que puede ser el ingreso del japonés Bushi al bando de los técnicos.

El nipón, acompañado de Cerebro Negro y Fantasma de la Ópera, se enfrentó a la pareja guapachosa conformada por Rigo y Chico Che, que en esta ocasión unieron fuerzas a Péndulo.

Desde que salió al cuadrilátero, Bushi mostró una actitud inusual. Primero estrechó la mano de sus tres rivales, en señal de respeto, y después comenzó a luchar a ras de lona. Sus compañeros intervinieron cada que el japonés recibía un castigo, pero Bushi le reclamaba dándoles a entender que lo dejaran luchar.

Los tropicosos y Péndulo no sabían si podían confiar o no en Bushi, quien en todo momento buscaba pactar una lucha de caballeros, y esa misma desconfianza ocasionó que bajaran la guardia y se vieran en desventaja.

Todo parecía indicar que el comportamiento de Bushi era simplemente una táctica para distraer a sus adversarios, pues continuó haciendo equipo con los rudos, pero cuando los técnicos reaccionaron retomó la actitud de querer llevar la lucha en buena lid.

El desconcierto de sus compañeros hizo que ahora ellos desconfiaran del oriental, y por lo mismo no le perdonaron que pateara por equivocación al Cerebro Negro.

Los tropicales Rigo y Chico Che aprovecharon la discusión ruda para llevarse a sus rivales en toques de espaldas y de esta manera salir airosos de este compromiso.

Molestos, Fantasma de la Ópera y Cerebro Negro comenzaron a agredir a Bushi. Los aficionados clamaban porque Rigo, el único técnico que aún no se iba a vestidores, defendiera a Bushi, y el representante de la Costa Azul complació a los fanáticos y comenzó a repartir golpes a los rudos.

Rigo extendió una invitación a Bushi a cambiar de bando, mientras que el público en la arena dejó escuchar su voz: “Bushi, técnico; Bushi, técnico”.

Los enmascarados Eragon y Exodia tuvieron un muy interesante duelo en contra de los rudos Carta Brava júnior y Blasfemia.

A pesar del dominio rudo y de los intentos de Carta Brava por despojar de sus capuchas a los científicos, fueron Eragon y Exodia quienes salieron con el brazo en alto al final de tres caídas.

En la de abrir el cartel, Keshin Black se impuso en dos caídas al hilo al debutante Alan Extreme.

Sigan los pormenores de las funciones de la Arena Naucalpan, todos los jueves, en vivo, a través de http://radio.thegladiatores.com