Arena Naucalpan 6 de Septiembre

Reseña Arena Naucalpan
Domingo 6 de septiembre de 2009
Texto: Diego Mejía Eguiluz
Fotos: Alfonso Lizárraga y Diego Mejía Eguiluz

El Grupo Internacional Revolución realizó la sexta edición de la Copa High Power, donde cinco estetas mexicanos hacen alianza para enfrentar a cinco extranjeros, que buscan por todos los recursos posibles alzarse con dicho trofeo.

Este ya tradicional certamen que se realiza en la arena Naucalpan es, también, la oportunidad que buscan varios novatos para demostrar que tienen con qué enfrentarse a las estrellas del elenco de IWRG, y con esto conseguir mejores lugares en la cartelera.

Para esta sexta emisión, el bando extranjero reunió a tres representantes de Japón, los reaparecidos Nosawa, Masada y Kai, quienes se aliaron al panameño e iluminado Veneno. La quinteta fue completada por el novato estadounidense Gringo Loco, que veía en este torneo su gran oportunidad estelar, a unos escasos meses de haber hecho su debut.

La esquina mexicana representó una alianza entre las empresas Súper X e IWRG. Tradicionalmente rivales, los de Súper X e IWRG por esta ocasión se hicieron a un lado los intereses personales e hicieron frente común con tal de recuperar el trofeo que la última vez que fue disputado fue ganado por los extranjeros.

Fuerza Guerrera y Juventud Guerrera unieron sus esfuerzos a los de Péndulo, Suicida y Bobby Lee júnior.

La mecánica sería la misma que la empleada en los torneos cibernéticos. En el ring siempre tendría que haber una lucha mano a mano, mientras que un representante de cada equipo esperaría el relevo en su esquina. Los demás integrantes permanecerían debajo del cuadrilátero su turno.

Las acciones iniciaron con el Gringo Loco y Juventud Guerrera, cuyos estilos se complementaron a la perfección para que el torneo comenzara de una manera bastante ágil.

Los tres representantes de Súper X (Veneno y los Guerrera) por un momento olvidaron alianzas y defendieron a carta cabal la esquina de su país, aunque por respeto a su unión laboral en todo momento pactaron lucha a ras de lona.

Los diez luchadores sabían bien que era primordial administrar energías para durar lo más que fuera posible en el combate y de esta manera darle la victoria a su bando.

Después de dos rondas de mano a mano, las acciones cambiaron de ritmo y se vieron algunas rudezas, e incluso intervenciones dos contra uno.

Apoyado por Veneno, el Gringo Loco fue el primero en rendir a un integrante del equipo mexicano. Mientras combatía con el espectacular Péndulo, el Gringo logró atrapar a su rival en pleno vuelo y derribarlo para sacarle el aire. El Creyente Veneno entró para ayudar a su compañero de esquina y cargó al réferi Rubinsky para que el Gringo hiciera un vuelo de lanza sobre el réferi y de ahí se proyectara para planchar a Péndulo, quien no se levantó del conteo de tres palmadas y así quedó fuera.

Sin embargo, poco le duró el gusto al Gringo Loco, pues casi inmediatamente fue rendido por Juventud Guerrera.

Las acciones subían de tono, y el siguiente rendido fue precisamente Juventud Guerrera, a manos del japonés Kai. Los mexicanos poco pudieron hacer para recuperarse de la desventaja numérica, y por el contrario, vieron crecer el déficit cuando el panameño Veneno dio cuenta del Suicida Mike Segura.

A pesar de esto, Fuerza Guerrera y Bobby Lee júnior no se desesperaron y evitaron caer en el juego de sus adversarios.

Bobby Lee acortó la ventaja de los extranjeros al atrapar a Veneno con un tirabuzón y Fuerza Guerrera dispuso de Kai con un cangrejo para que de esta manera quedaran dos sobrevivientes por equipo.

Fuerza Guerrera se encontraba inspirado y trató de aventajar a los suyos, pero pudo más el impulso de Masada, quien dio cuenta del Mosco de la Merced, para así dejar solo al heredero de la Bestia del 78 en una misión que se antojaba casi imposible.

Las emociones estaban a todo lo que daban entre los espectadores, quienes en su mayoría apoyaban al equipo mexicano. Los gritos de “México, México”, combinados con los de “Bobby, Bobby”, fueron el incentivo que necesitaba el enmascarado para sacar fuerzas de flaqueza. Cuando parecía que sería rendido, atrapó a Nosawa en un paquete que lo dejó listo para la cuenta de tres segundos y así quedó lista la final del torneo, en contra de Masada.

El japonés se encontraba un poco más descansado que el enmascarado verde, y aprovechó esto para castigar al técnico. No obstante, Bobby contó con el apoyo moral y la asesoría de sus paisanos, que en todo momento le daban indicaciones que le fueron de gran utilidad para no ser rendido.

Después de varios minutos de intensa batalla, Bobby Lee júnior tuvo una última chispa de genialidad y atrapó en una huracarrana a Masada, quien no logró despegar los hombros antes de la tercera palmada. De esta manera, ante el júbilo de la afición que veía cómo la copa se quedaría un año en territorio azteca, Bobby Lee júnior obtuvo uno de los triunfos más importantes desde que regresó a las filas de IWRG.

En el encuentro semifinal, los Oficiales 911, AK-47 y Fierro volvieron a hacer de las suyas ante el guapachoso Chico Che, que nuevamente sufrió bastante en el combate y, una vez más, terminó con la frente ensangrentada.

Aliado de Bushi y de Exodia, quien participaba por primera vez en una semifinal, el robusto luchador pronto sufrió del montonero ataque de los enmascarados representantes de la ley.

No habían pasado ni cinco minutos de acción y Chico Che ya tenía abierta la frente e incluso fue despojado de la playera que completaba su equipo de batalla.

Bushi y Exodia intentaban por todos los medios posibles apoyar a su compañero, pero la furia de los rudos no les permitía hacer mucho por la causa científica.

Con relativa facilidad, los rudos se anotaron la primera caída del combate.

Con lo que no contaban los Oficiales es con que Chico Che ya no se cuece al primer hervor, y fue precisamente el tropicoso quien encabezó la reacción para que el bando técnico se anotara de manera vertiginosa la segunda caída ante unos rudos que no sabían qué les había pasado por encima.

La tercera caída fue la que más emoción trajo para los asistentes a la arena. Ninguno de los tres técnicos permitió que los rudos recobraran el dominio que tuvieron en la primera caída, pero los rufianes no daban su brazo a torcer y opusieron una férrea resistencia ante los consentidos de la afición.

Quien sacó más provecho de la situación fue el joven Exodia, pues no sólo salió como capitán de su bando, sino que también se encargó definir el combate y otorgar una victoria que fue sorpresiva para todos menos para los técnicos, que en todo momento estuvieron seguros de su capacidad.

Como colofón de este combate, los técnicos pidieron una oportunidad por el campeonato de tercias que está en poder de los rudos enmascarados.

La lucha especial de la noche marcó dos reapariciones en la filas del Grupo Internacional Revolución.

Los Gemelos Fantásticos I y II acompañaron al ibérico Angélico en su lucha de regreso, mientras que por el bando rudo el Capitán Muerte y Blasfemia unieron sus esfuerzos a los de Míster América.

Los hermanos idénticos subieron dispuestos a brindar sus acostumbrados lances espectaculares, mientras que Angélico se encargó de desequilibrar a sus rivales con velocidad, llaveo y patadas; combinación a todas luces letal.

Claro que los rudos no estaban mancos y desde el principio salieron dispuestos a vender cara la derrota.

Destacó el pique entre el Capitán Muerte y los Gemelos, el cual derivó incluso en una tremenda gresca debajo del cuadrilátero.

Míster América, por su parte, demostró a los aficionados que el tiempo que permaneció alejado del coso de San Bartolo no ha mermado en su calidad, y Blasfemia se puso al tú por tú tanto con el europeo como con los parecidísimos hermanos, pidiendo a gritos una oportunidad por mantenerse en los lugares altos de la cartelera.

A pesar del empuje rudo y del fuerte pique del Capitán Muerte, al final de tres caídas fueron los Gemelos Fantásticos y Angélico los que salieron con el brazo en alto.

Los Gemelos retaron al Capitán a un duelo por su máscara.

El segundo combate de la noche fue el escenario de dos debuts en la arena Naucalpan. Menfis apadrinó al rudo Dark Saint, y Star Boy le dio la alternativa a Rey Tempestad.

Los novatos demostraron que los años de preparación no han sido en vano y dieron una probada de lo que pueden hacer en un cuadrilátero.

Menfis, por su parte, no quiso ser menos y no cesó de aplicar la rudeza en todo momento. Star Boy, el más experimentado de los cuatro luchadores, fue el encargado de cambiar el ritmo de las acciones y de sacar de ritmo a los rudos, siendo así un muy buen apoyo para el Rey Tempestad.

La batalla tuvo muy buen ritmo en todo momento y la victoria pudo haber sido para cualquiera de las dos duplas. Al final, bastó una colmillada de Menfis, que se apoyó en las cuerdas mientras los réferis no lo veían y le contaban las tres palmadas a Star Boy, para que los rudos se fueran a casa con el triunfo.

En la de calentar la lona, Keshin Black se enfrentó en un mano a mano al técnico Alan Extreme. Esta lucha fue perfecta para calentar el ánimo de la gente, pues si bien se llevó en su mayoría por el terreno de la legalidad, por momentos el rudo cometía sus fechorías para enardecer al público.

A pesar de una bravía reacción de Alan Extreme, al final la victoria fue para Keshin Black en tres caídas.

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