Arena Naucalpan 8 de Octubre

Reseña Arena Naucalpan
Jueves 8 de octubre de 2009
Texto: Diego Mejía Eguiluz
Fotos: José Lázaro Rodríguez

Tal vez no tengan pata de palo ni loro en el hombro, pero la tercia de los Piratas (Pirata Morgan júnior, Hijo del Pirata Morgan y Barba Roja) demostró ser un equipo aguerrido que no se rinde en ningún momento y que siempre sale a dejar la vida en el ring antes de llevarse una derrota.

Claro que la travesía por los mares de la arena Naucalpan no fue sencilla. Sus rivales en turnos, los campeones mundiales de tríos de IWRG, los Oficiales AK-47, 911 y Fierro, salieron dispuestos a vengar la afrenta cometida por los filibusteros la semana pasada.

Apenas se escuchó en el sonido local la música característica de los bucaneros y éstos salieron rumbo a la pasarela, los representantes de la ley se fueron encima de los herederos del Mejor Luchador del Mundo para tundirlos de una manera despiadada y efectiva. La rendición de los Piratas fue cuestión de trámite, e incluso los Oficiales se dieron el lujo de hacerlo de manera displicente, para molestia de los fanáticos.

El ataque marrullero y colectivo de los monarcas de tríos probó ser la estrategia adecuada en la primera caída, y sin mayores problemas se impusieron a los Piratas.

Como era de esperarse en un duelo de esta naturaleza, los Oficiales no les dieron reposo a los Piratas y continuaron con las agresiones en el descanso que hay entre caídas.

Valiéndose de todo tipo de recursos, sillazos incluidos, los Oficiales buscaban no sólo la victoria, sino humillar al contrario y dejar en claro su superioridad.

Sin embargo, la tercia terror de los siete mares supo aprovechar un pequeño descuido de los Oficiales e iniciaron una reacción trepidante en la que impusieron sus condiciones e incluso mandaron a uno de sus oponentes a la enfermería después de aplicarle una silla zacatecana a AK-47, a quien previamente habían sentado en uno de los asientos de la primera fila. El impacto fue fortísimo y durante el resto de la contienda los Oficiales tuvieron que luchar con un hombre menos.

Desde el momento en que iniciaron la reacción, los Piratas demostraron que el accidente sufrido la semana pasada quedó en el olvido. Se vieron bastante seguros en su accionar, e incluso estuvieron a punto de ejecutar el lance con el que se rompieron las cuerdas el jueves anterior, pero Barba Roja advirtió a sus hermanos que mejor no lo hicieran, y como pirata prevenido vale por dos, mejor optaron por aplicar una cruceta y un escorpión para empatar la lucha.

La tercera caída continuó con el ritmo ya establecido por los corsarios, quienes supieron aprovechar a la perfección la ausencia de AK-47. Los Oficiales intentaron una última reacción, 911 no estaba dispuesto a perder tan fácilmente, y el Oficial Fierro estaba dispuesto a secundarlo, pero sus esfuerzos resultaron contraproducentes, pues lo único que lograron fue enojar más a los Piratas, quienes con la demostración de garra brindada en este combate se ganaron, finalmente, la aprobación del público, que los apoyó de principio a fin.

Antes de terminar con el combate, los Piratas tuvieron una acción destructiva más y con un fuerte golpe lesionaron a 911, quien tuvo que salir en camilla. Fierro lo intentó, pero tres contra uno era demasiado y al final fue rendido, para que de esta manera los filibusteros se anotaran una victoria que les da el derecho de retar a los Oficiales por el campeonato de tercias y, más importante todavía, el apoyo del público de Naucalpan.

En la lucha semifinal, los técnicos Bushi, Exodia y Hombre Bala júnior tuvieron ante sí a un Gringo Loco, que está recibiendo la oportunidad de protagonizar encuentros de mayor peso en la cartelera, y los Arlequines Rojo y Amarillo, que están urgidos de acabar con esa mala racha que les ha costado tanto las máscaras como las cabelleras.

Valiéndose de la mayor experiencia y peso de los Arlequines, y del ímpetu del Gringo Loco, los rudos esperaron el momento adecuado en la primera caída para romper el ritmo impuesto por los técnicos, quienes llevaban la batuta con base en el duelo mano a mano.

Arlequín Rojo y Arlequín Amarillo aprovecharon era rabia de la que son presa desde que fueron rapados por el dúo guapachoso de Naucalpan y demostraban ese coraje con sus castigos para Exodia y el japonés Bushi.

Gringo Loco, por su parte, se encargaba de poner quieto al Hombre Bala júnior, para que de esta manera los rudos se llevaran con cierta facilidad la primera caída.

Los científicos, por su parte, tuvieron el mérito de no perder la calma y poco a poco establecieron un efectivo contraataque que nulificó las rudezas de los Arlequines (quienes incluso se habían valido de cubetas para castigar a sus oponentes en el descanso entre primera y segunda caída.

Hombre Bala júnior, incursionando ahora en el bando de los técnicos (donde por lo demostrado esta noche se nota que se siente más cómodo), fue el encargado de ponerle espectacularidad al encuentro con un par de tornillos que dejaron sorprendidos a los aficionados y le valieron el aplauso del respetable.

En duelo de capitanes, Bushi ponía quieto al Gringo Loco, mientras que Exodia hacía lo propio con los miembros de la autonombrada Familia Real.

Con el duelo empatado a una caída por bando, lo mejor estaba por venir. Los rudos cayeron en el ritmo veloz impuesto por los científicos, y para sorpresa de propios y extraños ofrecieron gran resistencia.

Una serie de vuelos hacia fuera del ring presagiaba el final del combate, sin que se vislumbrara un posible ganador.

Gringo Loco subió al tercer tensor para intentar una plancha hacia fuera del cuadrilátero sobre sus oponentes, pero resbaló y al tratar de amortiguar al golpe se lastimó el hombro.

Hombre Bala júnior subió al ring para hacer frente al estadounidense, y buscó por todos los medios la victoria vía toque de espaldas. El Gringo Loco constantemente rompía el contacto de sus hombros con la lona, pero Bala no pensaba abandonar la misión y finalmente logró que el réferi hiciera sonar la tercera palmada.

Gringo Loco reclamaba el fallo del Yudi, alegando que había separado la espalda antes del tercer segundo, pero sus alegatos no encontraron respuesta y la victoria fue para el bando técnico.

Molesto, Gringo Loco retó al Hombre Bala júnior a un duelo mano a mano.

Después de haberse enfrascado en una recia lucha la semana pasada, Hijo del Signo y Eragon se vieron nuevamente las caras, ahora en un duelo mano a mano, en lo que fue el evento especial de la noche.

Ambos luchadores tienen buena escuela. Hijo del Signo salió a demostrar los conocimientos que le transmitió el Misionero de la Muerte. Pero Eragon no se queda atrás; hay que recordar que uno de sus maestros es precisamente otro Misionero: el Negro Navarro.

A pesar de militar en el bando rudo, el Hijo del Signo demostró que tiene la capacidad de enfrascarse en un combate sin utilizar sus marrullerías, aunque no por eso hizo a un lado el estilo recio que ha venido caracterizándolo.

Eragon basó su estrategia en el llaveo y contrallaveo, pero esto en un principio no le rindió frutos y cayó derrotado en la primera caída.

En la segunda caída, Hijo del Signo empleó sus recursos rudos y trató de arrancarle, una vez más, la máscara a Eragon, pero cayó en el error de centrarse en la capucha de su adversario y el técnico aprovechó la falta de concentración para empatar las acciones con castigo a las piernas.

Para la tercera caída ambos luchadores se veían cansados. El esfuerzo había sido agotador, pero el orgullo era mayor y salieron a morirse en la raya antes de permitir que su contrincante se llevara el triunfo.

Ambos luchadores buscaban la victoria con alguna llave que resultara de efectos contundentes, pero la ansiada rendición no llegaba.
Finalmente, fue Eragon el que logró salir con el hombro en alto con un toque de espaldas que resultó insalvable.

La segunda lucha de la noche enfrentó a la Pareja Tóxica, Epidemia y Heavy Boy en contra de los científicos Yack y Miss Gaviota.

A pesar de que Gaviota hizo de las suyas y le robó un par de besos a ambos rudos, fueron los rufianes quienes se llevaron la victoria en tres caídas. Aunque no fue fácil el triunfo pues Yack guardó lo mejor para el final y estuvo a punto de hacer la hombrada de derrotar él solo a los dos rudos.

En el duelo inicial, mano a mano pactado a una caída, Halcón 2000 regresó al bando técnico y se apuntó una contundente victoria sobre el rudo Keshin Black.

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