Reseña Arena Naucalpan
Domingo 9 de agosto de 2009
Texto y fotos: Diego Mejía Eguiluz

Después de tres años en el trono de parejas de IWRG, al cual han hecho dieciocho defensas, los Capos tuvieron ante sí una aduana bastante difícil, los Reyes del Ring Scorpio júnior (2008) y Ricky Cruz (2009).

Aunque era un duelo de campeonato, y por lo mismo debía llevarse a ras de lona, tal como dicta el reglamento, los Primos Dinamita sólo respetaron esto durante los primeros minutos de la contienda y optaron por llevar el combate por el terreno que más dominan, que es el de la rudeza.

Ese cambio de ritmo en la batalla les fue exitoso en la primera caída, en la que incluso hicieron sangrar a Scorpio júnior al golpearlo con una cubeta.

Fue tal el dominio de los Capos en el capítulo inicial, que se dieron el lujo de hacer sufrir a sus rivales antes de rendirlos, para beneplácito de la mayor parte del público asistente a la arena Naucalpan.

Con lo que no contaban los campeones era con que Ricky Cruz y Scorpio júnior iniciaron sus carreras en el bando de los rudos, y una vez que lograron reaccionar le pagaron a los Dinamita con la misma moneda.

Las agresiones se daban lo mismo arriba del cuadrilátero que debajo de él, e incluso llegaron a estrellarse en el área de refrigeradores de la arena.

Scorpio júnior se desquitó del cubetazo que recibió de Máscara Año Dos Mil júnior, y provocó que la sangre manara de la frente del heredero del Macho de Lagos.

Ricky Cruz no se quedó atrás en cuanto a rudezas se refiere y también rasgó la capucha del Hijo de Cien Caras y le provocó una herida en la frente, de la cual comenzó a brotar el líquido vital.

La reacción de los retadores fue suficiente para adjudicarse la segunda caída y llegar inspirados para el episodio final.

El acoplamiento de los Capos les ayudó a remar a contracorriente y retomar el control de las acciones. Todo parecía indicar que la defensa 19 culminaría de manera exitosa cuando eliminaron a Scorpio júnior, pero Ricky Cruz recordó sus tiempos de campeón en Puerto Rico y niveló las acciones al disponer del Hijo de Cien Caras y dejar todo listo para el mano a mano con Máscara Año Dos Mil júnior.

El Dinamita estuvo a punto de derrotar en dos ocasiones a Ricky Cruz, pero el boricua logró zafarse de sendos toques de espaldas antes de que llegara la tercera palmada.

Máscara Año Dos Mil júnior intentó una vez más poner al actual Rey del Ring contra la lona al efectuar una cazadora con la buscaba una rana invertida, pero el boricua fue más astuto y atrapó al rudo con toque de espaldas del cual no se pudo liberar el Capo antes del tercer segundo.

De esta manera, los cinturones que en su momento ganaran ante Felino y Pantera han cambiado de dueños y los nuevos campeones mundiales de parejas versión IWRG son Scorpio júnior y el ahora doble monarca Ricky Cruz.

Aunque molestos por la derrota, los Dinamita reconocieron que el triunfo de sus adversarios fue legal. Hijo de Cien Caras felicitó a sus rivales, mientras que Máscara Año Dos Mil júnior retó a Ricky Cruz a un encuentro de máscara contra cabellera.

En la lucha semifinal, Chico Che tuvo la oportunidad de desquitarse de las marrullerías de las que ha sido objeto por parte de Black Terry.

Junto a sus compañeros Doctor Cerebro y Cerebro Negro, Terry en todo momento hizo gala de sus características rudezas y no le dio mucho respiro al robusto luchador del overol, quien se acompañó del nipón Bushi y el tropicoso Rigo.

Doctor Cerebro y Cerebro Negro apoyaron en todo momento a Black Terry y sacaron a relucir su estilo aguerrido.

Los guapachos, por su parte, trataban de neutralizar los ataques mediante la velocidad y el combate a ras de lona.

Bushi fue uno de los que más sufrió en esta contienda, pues en un momento determinado los tres rufianes centraron sus castigos en uno de los hombros del japonés.

Cuando por fin lograron reaccionar, los técnicos se olvidaron de las buenas maneras y se le pusieron al tú por tú a sus adversarios en el estilo marrullero en el que se había llevado la contienda.

Terry nuevamente castigó con saña la rodilla lastimada de Chico Che e intentó quitarle el vendaje que protege la articulación del técnico. El que no lograra quitarle la venda por completo fue la clave para que su bando saliera con la victoria a cuestas. Chico Che intentó un tope en reversa desde la tercera cuerda, pero piso el vendaje que le colgaba y se resbaló de las sogas, dándose un golpe muy fuerte y que aprovechó Terry para plancharlo y de esta manera mantenerlo inmóvil los tres segundos que marca el reglamento.

El suicidita de los encordados, Freelance, reapareció en la arena Naucalpan, y acompañado del siempre espectacular Péndulo y el alegre Yack se enfrentó a los rudos Arlequines, Verde, Rojo y Amarillo en lo que fue la lucha especial de la noche.

Desde el inicio de la contienda, el Arlequín Amarillo se fue sobre del consentido de los niños, Yack, a quien le rompió la máscara e hizo sangrar de manera copiosa, valiéndose de una cadena que traía escondida en la trusa de su uniforme.

Además de estar herido de la frente desde la primera caída, Yack se lastimó su rodilla derecha después de ser azotado contra la lona. Mientras el enmascarado era atendido por el médico de la arena, los Arlequines aprovecharon la ventaja numérica para disponer de los aéreos Péndulo y Freelance.

Una rápida reacción del bando técnico hizo que se llevaran la segunda caída, y para la tercera comenzaron a dominar las acciones.

Yack vengó la afrenta al estrellar al Arlequín Amarillo contra los refrigeradores e incluso le quitó la cadena con la que lo estuvieron castigando. Arlequín Amarillo comenzó a sangrar de la frente, lo cual aumentó el coraje que traía en contra de Yack.

Freelance no escatimó recursos en su reaparición y deleitó a los aficionados con sus acostumbrados lances que ponen al borde del infarto a más de uno.

Péndulo también hizo gala de sus recursos y en todo momento apoyó a sus compañeros, que no estaban dispuestos a cederle la victoria a los rudos.

Desesperado porque no lograba rendir a Yack, a pesar de su rodilla lastimada, Arlequín Amarillo fauleó descaradamente al técnico, ante los ojos del réferi el Yudi, quien otorgó el triunfo al bando técnico por la vía de la descalificación.

La segunda lucha de la noche, en relevos sencillos, sirvió de marco para la reaparición del Hijo del Signo, quien salió en compañía de Carta Brava júnior para enfrentarse a los técnicos Goleador y Exodia.

Carta Brava júnior demostró que sus ganas de llevarse una máscara a casa no tienen saciedad, y en esta ocasión intentó despojar de su capucha a Exodia, quien tuvo que defenderla hasta con los dientes.

Aunque por momentos los técnicos tuvieron destellos en el combate, al final pudo más el empuje de los rudos, quienes se llevaron la victoria a casa en tres caídas.

En el primer enfrentamiento de la noche, el técnico Guizmo venció en dos caídas consecutivas al Comando del Diablo.

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Reseña Arena Naucalpan
Jueves 6 de agosto de 2009
Texto: Diego Mejía Eguiluz
Fotos: José Lázaro Rodríguez

Después de algunas semanas de andar incompletos, y defendiendo una esquina a la que usualmente le destrozan a sus oponentes, los campeones mundiales de tríos de IWRG, los Oficiales, reaparecieron en la esquina ruda que tantos triunfos les ha dado y con su formación entera (911, AK-47 y Fierro).

Ante sí tuvieron a dos de sus más encarnizados rivales, los hermanos Trauma, quienes se hicieron acompañar del Negro Navarro, con quien el acoplamiento es natural.

Sin embargo, los campeones no olvidan que los Traumas son justamente los retadores que más dolores de cabeza les han dado y se abalanzaron sobre de ellos de manera inmediata, para iniciar un muy rápido y efectivo ataque que dispuso de la Dinastía de la Muerte en menos de cinco minutos.

Sorprendidos por el ataque, pero seguros de lo que tienen, los Traumas y el Negro Navarro esperaron el momento justo para iniciar una reacción que tomó por sorpresa a los Oficiales.

Poseedores de un estilo recio y aguerrido, la Dinastía de la Muerte hizo gala de los castigos combinados que los caracterizan y emparejaron las acciones de manera efectiva; esto ocasionó la furia de sus oponentes, así como una gran algarabía entre los asistentes a la arena Naucalpan.

Para la tercera caída, los representantes de la ley buscaron retomar el control de la lucha, pero los Traumas y el Negro Navarro ya estaban encarrilados y continuaron dominando la lucha.

Fierro y AK-47 comenzaron la insurrección de los campeones, pero fueron controlados con sendos vuelos hacia fuera del cuadrilátero, dejando en el centro del cuadrilátero a los capitanes de ambas tercias para definir el rumbo de la batalla.

Gracias a su vasta experiencia, el Negro Navarro supo mantener la cabeza fría y en el momento indicado, rindió a 911 para de esta manera darle el triunfo a su esquina.

De inmediato, la Dinastía de la Muerte tomó el micrófono para exigir una oportunidad por el campeonato de tercias en poder de los Oficiales.

En el encuentro semifinal, reaparecieron los hijos del autoproclamado mejor luchador del mundo, el Pirata Morgan.

En este retorno, Barba Roja, Pirata Morgan júnior y el Hijo del Pirata Morgan se enfrentaron a una tercia con la que aún tienen cuentas pendientes, los campeones de tercias del Estado de México, los Terribles Cerebros (Black Terry, Cerebro Negro y Doctor Cerebro).

Si bien los Piratas tenían varias semanas de no presentarse en el coso de San Bartola, su acoplamiento y sus capacidades están intactos, y representaron una aduana muy difícil para los Cerebros.

A pesar de un alevoso ataque al inicio de la contienda por parte de los filibusteros, los Cerebros reaccionaron a tiempo para anotarse la primera caída.

El dominio de los campeones continuó a lo largo de la segunda caída, pero una colmillada del Hijo del Pirata Morgan cambió el rumbo de las acciones.

Mientras los Cerebros se encontraban debajo del ring combatiendo con Morgan júnior y Barba Roja, en el centro del ring Black Terry estuvo a punto de rendir al capitán de los Bucaneros para anotarse un contundente dos al hilo, pero el Hijo del Pirata se arrebató la capucha y la aventó a Black Terry. El réferi el Toby se percató de que el otrora Temerario tenía la máscara de su adversario en la mano y se comió el engaño, otorgando la victoria parcial a los enmascarados.

Para la tercera ronda, los Piratas salieron inspirados y aprovecharon la molestia que aún pesaba sobre sus rivales.

Los Cerebros lograron reponerse a tiempo y se encargaron de que las aguas retomaran su cauce.

En el centro del cuadrilátero quedaron nuevamente los capitanes de las tercias, pero antes que pudiera intentar alguna artimaña, Black Terry fauleó al Hijo del Pirata y se lo llevó al toque de espaldas. Los réferis, una vez más distraídos, no se percataron de la acción ilegal de Terry y dieron por válida la victoria de los Terribles Cerebros.

El japonés Bushi continúa haciendo campaña en el bando técnico, y en esta ocasión salió acompañado del joven Exodia para enfrentar a Avisman y al Fantasma de la Ópera, en lo que fue la lucha especial de la velada.

El Fantasma aún no perdona al japonés el que se haya pasado a la esquina científica y centró sus ataques en Bushi, a quien no le dio un momento de respiro en toda la batalla.
Exodia, por su parte, tuvo en Avisman a un rival que le hizo sufrir y lo exigió al máximo en el transcurso de la batalla.

A pesar del dominio y mayor acoplamiento del bando rudo, los científicos lograron alargar el duelo a una tercera caída que estuvieron a punto de ganar, pero Exodia tuvo una mala caída al intentar un tornillo hacia fuera del cuadrilátero y quedó muy lastimado, e incluso tuvo que salir en camilla rumbo a los vestidores.

Al verse en inferioridad numérica, Bushi poco pudo hacer y terminó siendo rendido por ambos rudos, que de esta manera salieron con el brazo en alto.

En el segundo combate de la noche, Eragon y Carta Brava júnior continuaron con el pique que llevan arrastrando desde hace un mes.

El rudo se hizo acompañar por Heavy Boy, mientras que el cazador de dragones tuvo por compañero al reaparecido Star Boy.

Nuevamente, Carta Brava júnior hizo de las suyas en la batalla, y una vez más intentó dar a conocer el rostro de Eragon.

Eragon, por su parte, no se quiso quedar atrás y también trató de despojar de su máscara a Carta Brava.

Por su parte, Heavy Boy se encargó de hacer que la reaparición de Star Boy fuera bastante complicada, y lo tuvo a su merced la mayor parte del combate.

El triunfo, en tres caídas, fue para los técnicos Eragon y Star Boy.

En la primera lucha de la noche, Imperial y Blasfemia se enfrentaron en una lucha pactada a una caída, la cual serviría de desempate después de lo ocurrido una semana antes, cuando no hubo vencedor ni vencido.

A pesar de algunos destellos del técnico Imperial, fue Blasfemia quien dominó la mayoría de las acciones y al final salió con el brazo en alto.

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