Reseña Arena Naucalpan
Domingo 2 de agosto de 2009
Texto y fotos: Diego Mejía Eguiluz

No sólo con Súper X tiene rivalidad Ricky Cruz. Este domingo 2 de agosto el boricua se encontró con una dupla que está dispuesta a terminar con el actual Rey del Ring de la arena Naucalpan. Los primos Dinamita, Máscara Año Dos Mil júnior e Hijo de Cien Caras, salieron dispuestos a hacer pagar el derecho de piso al boricua, y de paso acorralarlo para un duelo de apuestas.

Acompañado del Guapo VIP Scorpio júnior, Ricky Cruz tuvo que remar a contracorriente en el inicio de la batalla pues los Capos no quisieron esperar al inicio de la contienda para atacar de manera inmisericorde a los técnicos.

En menos de cinco minutos, y gracias a las agresiones sufridas en el área de refrigeradores, Scorpio júnior comenzó a sangrar de la frente, lo que mermó su condición física considerablemente. Cruz también comenzó a ver correr el vital líquido, por culpa de los ataques del Hijo de Cien Caras.

Por lo mismo del ataque sorpresivo y alevoso, los Dinamita se agenciaron sin mayores dificultades la primera caída, no sin antes castigar a placer a sus adversarios, valiéndose incluso de cubetas.

Sin embargo no es fácil mantener a raya a rivales como Ricky y Scorpio, y bastó un chispazo para que iniciaran la reacción y se les saliera el rudo que llevan dentro.

Las capuchas de los Dinamita pronto quedaron rotas y tintas en sangre. Los ataques en los refrigeradores se repitieron, pero ahora contra los rudos, y por más que pedían clemencia los Capos, los técnicos se cobraron cada una de las afrentas, y cuando sintieron que era el momento adecuado, rindieron a sus oponentes para alargar el combate a una tercera caída.

El capítulo final fue del mismo tono que los anteriores (rojo). La sangre continuó manando de las cuatro frentes y las acciones siguieron el curso violento de las caídas anteriores.

La fortaleza y condición física del puertorriqueño y de Scorpio fueron los factores determinantes para que al final la balanza se inclinara hacia el lado técnico.

Molestos por el resultado, pero reconociendo que fue legal, los rudos sentenciaron a Ricky Cruz y amenazan con acabar con él y dejarlo sin cabellera, mientras que los técnicos dejaron entrever que desean una oportunidad por el cinturón de parejas en poder de los Capos.

En el duelo semifinal, el japonés Bushi hizo su debut oficial como técnico (no hay que olvidar que ya en alguna ocasión defendió esa esquina, en sustitución de Freelance). Acompañado de los Hermanos Trauma, el nipón tuvo enfrente al causante de su cambio de bando, el Fantasma de la Ópera, quien se alió al Doctor Cerebro y al Cerebro Negro para conformar una tercia ruda que desde el silbatazo inicial buscó la victoria a como diera lugar.

Los enfrentamientos en este duelo se dieron de manera natural. Fantasma de la Ópera tenía cuentas pendientes con Bushi, mientras que los Cerebros llevan varias semanas de intensa rivalidad con los integrantes de la Dinastía de la Muerte.

A pesar de que los seis luchadores conocen bastante bien el estilo rudo, fueron los Cerebros y el Fantasma quienes tuvieron el dominio de las acciones durante toda la primera caída, la cual se agenciaron con relativa facilidad, e incluso se valieron de una cadena para golpear y estrangular a sus adversarios cuando los réferis veían para otro lado.

Los Traumas encabezaron una rápida reacción, y recordando sus tiempos de rufianes emprendieron un efectivo ataque contra los Cerebros, dejando a Bushi para que limara sus asperezas con el también conocido por la gente como Pinocho.

A pesar de los deseos de venganza, Bushi se mostró un tanto desorientado y de no ser por la guía de los Traumas, quienes lo arengaban para que no diera tregua a sus oponentes, no hubiera logrado despuntar en la batalla.

Por momentos la tercia ruda se vio en inferioridad numérica, pues después de un fuerte castigo contra la lona, Doctor Cerebro salió en camilla, noqueado por el golpazo que se llevó.

Con la máscara rota, pero con el ánimo encendido, el japonés se vio más encanchado en la caída definitiva y se acopló bastante bien con los Traumas. La ventaja numérica fue notoria en este episodio, pero los técnicos no terminaron las acciones a tiempo y no sólo pudieron reaccionar el Fantasma y el Cerebro Negro, sino que Doctor Cerebro salió de vestidores para cobrarse la afrenta.

El duelo se encontraba bastante parejo, cuando apareció de la nada Black Terry para apoyar a los Cerebros, lo cual valió la descalificación para el bando de los rudos.

En el evento especial de la noche, el rudo Menfis hizo su presentación acompañado del tóxico Heavy Boy y Black Terry, para enfrentar a Péndulo y los trópico-guapachosos Rigo y Chico Che.

El duelo tardó algunos minutos en comenzar, pues Chico Che buscaba el enfrentamiento directo con Black Terry, pero el Temerario, haciendo gala del colmillo que lo caracteriza, ignoró en un principio al robusto luchador, provocando que perdiera la cabeza.

Llegado el momento, Terry no sólo hizo sufrir a Chico Che, sino que se dio el lujo de castigar la rodilla lastimada de Chico Che, haciendo que el dolor fuera insoportable para el científico.

Péndulo y Rigo procuraron apoyar a su compañero, pero sus ataques eran nulificados por Menfis y Heavy Boy.

El debutante rudo por momentos se mostró nervioso y tuvo algunos tropezones al momento de ingresar al cuadrilátero, pero compensó esas caídas con un estilo recio que se complementaba de buena manera con el enmascarado Heavy Boy.

A pesar del excesivo castigo a la pierna de Chico Che, los tres científicos lograron darle la vuelta a las acciones.

El del overol hizo a un lado sus molestias e incluso tuvo un vuelo hacia fuera del encordado, para llevarse de corbata tanto a rudos como técnicos.

Menfis, por su parte, terminó con el equipo roto (un pantalón de mezclilla), pero esto poco le importó y siguió en la batalla.

Al final de tres disputadas caídas, la victoria fue para el bando técnico y Chico Che retó a Black Terry a un duelo de cabelleras.

En el segundo combate de la noche, los exóticos Diva Salvaje y Sexy Gladis reaparecieron y tuvieron enfrente al rudo Blasfemia y al debutante Gringo Loco, quien salió hacia el cuadrilátero aventando tortillas hacia el público, que molesto se las aventó de regreso.

Las acciones se vieron interrumpidas en la primera caída, pues una falla en el sistema eléctrico dejó a oscuras la arena Naucalpan, pero a pesar del apagón los cuatro luchadores decidieron llevar a cabo la lucha.

Cuando regresó la luz, técnicos y rudos se trenzaron en duelo que tuvo llaves, castigos de poder y hasta besos.

Gringo Loco demostró que además de la rudeza cuenta con agilidad para llevar un combate tanto a ras de lona como en el estilo aéreo.

Después de tres caídas, el debutante y Blasfemia fueron quienes salieron con el brazo en alto, dejando maltrechos a los exóticos.

La lucha que dio inicio a la función fue un mano a mano entre el experimentado Comando Gama y el novato Fly Star.

La mayor experiencia del Comando fue determinante para que, sin mayores problemas, se impusiera en tres caídas a su adversario.

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Reseña Arena Naucalpan
Jueves 30 de julio de 2009
Texto: Diego Mejía Eguiluz
Fotos: José Lázaro Rodríguez y Diego Mejía Eguiluz

Después de varias semanas en las que Súper X intervenía en los combates de la gente de IWRG, y de que los Traumas fueran unos de los que salían para defender a sus compañeros de empresa, finalmente se dio el encuentro entre Fuerza y Juventud Guerrera (Súper X) en contra de Negro Navarro y Trauma I (IWRG).

Este enfrentamiento, que encabezó la cartelera ofrecida el 30 de julio del presente, inició de manera intempestiva y ligado a la lucha semifinal.

Terminaba el duelo en el que el Trauma II fue traicionado por los Oficiales, cuando su hermano y su padre salieron de vestidores para defenderlo del ataque montonero del cual era sujeto. Durante varios minutos el enfrentamiento entre Dinastía de la Muerte y Oficiales encendió a la gente, hasta que aparecieron Fuerza y Juventud Guerrera para atacar a quienes esa noche serían sus rivales.

Una vez que pasó la tormenta, las acciones pudieron comenzar de manera oficial entre las dos duplas programadas.

A pesar de que los cuatro gladiadores tienen un muy buen dominio de la técnica, la lucha se desarrolló más bien dentro del estilo recio y rudo que también saben manejar.

La ventaja obtenida por los Bravos gracias al ataque sorpresivo fue determinante para apuntarse la primera caída, mientras que Negro Navarro y Trauma I supieron reaccionar a tiempo en el capítulo intermedio para empatar las acciones.

Para la caída definitiva, el duelo entre Trauma I y Juventud Guerrera subió de tono, y en un momento dado las acciones se trasladaron hacia abajo del ring, lo que permitió que fueran sus padres quienes definieran el resultado de la batalla.

Aprovechando la distracción de los nazarenos, Fuerza Guerrera fauleó al Negro Navarro. De rodillas y adolorido, Navarro regresó el golpe prohibido al Mosco de la Merced, con tan mala suerte que el Toby ahora sí se percató de la acción y descalificó a los representantes de IWRG.

Seguramente en estos días veremos una revancha entre ambas duplas, pues las acciones terminaron demasiado calientes y el orgullo deportivo de los cuatro hará que busquen un nuevo enfrentamiento.

En el combate semifinal, reaparecieron los hijos del autoproclamado mejor luchador del mundo, Pirata Morgan, para enfrentar a una tercia técnica muy sui generis: Trauma II y los Oficiales 911 y AK-47.

Barba Roja, Pirata Morgan júnior y el Hijo del Pirata Morgan se fueron inmediatamente al abordaje sobre sus oponentes, quienes parecían no confiar entre sí. Hay que recordar que los Oficiales fueron los primeros rivales que tuvieron los Traumas cuando dieron el cambio al bando técnico.

Haciendo gala de castigos combinados y de la rudeza heredada de su señor padre, los Piratas se anotaron la primera caída sin muchas dificultades, centrando sus castigos en el lastimado brazo del campeón de peso ligero.

Para la segunda caída fue precisamente el Trauma quien comandó la reacción de su equipo. Los técnicos recordaron su etapa ruda y con ese estilo lograron nivelar las acciones, desquitándose de los corsarios.

Al final del combate, cuando parecía que los piratas reaccionaban pero aún tenían una ferrea resistencia de sus rivales, de vestidores salió el Oficial Fierro, al parecer repuesto de la lesión que lo mantuvo fuera de toda actividad, y comenzó a repartir golpes a diestra y siniestra a los bucaneros.

Por la intervención no programada de Fierro, los réferis descalificaron a la tercia Oficiales-Trauma, lo cual provocó la molestia del Trauma, quien reclamó la acción.

Los Oficiales, ya completos nuevamente, comenzaron a golpear al Trauma, hasta que de vestidores salieron Trauma I y Negro Navarro.

La Dinastía de la Muerte lanzó el reto a los Oficiales por el campeonato de tercias de IWRG, duelo que seguramente se verá dentro de poco.

Los guapachosos Rigo y Chico Che volvieron a hacer mancuerna, para enfrentarse en esta ocasión al Fantasma de la Ópera y al japonés Bushi.
Lo que parecía representaría una difícil aduana para el dueto con alegría tropical, resultó ser un divorcio en el bando rudo.

Bushi nuevamente salió con una actitud caballerosa, buscando en todo momento un combate limpio, lo que molestó a Fantasma de la Ópera, quien no quiso hacer equipo con el japonés.

A pesar de los problemas en la esquina ruda, Fantasma y Bushi lograron llevar el duelo hasta una tercera caída, en la cual parecía que sus problemas habían quedado atrás.

Sin embargo, cuando Bushi intentó un tope hacia fuera del ring, los de la Costa Azul y la Crisis se quitaron, para que el japonés impactara a un descuidado Fantasma, quien se molestó bastante con su compañero.

Distraídos por la discusión, los técnicos finiquitaron fácilmente la tercera caída y salieron con la victoria a cuestas, mientras que Bushi terminó golpeado por el Fantasma.

Carta Brava y Heavy Boy hicieron una buena mancuerna en la segunda lucha de la noche, y se impusieron sin muchos problemas a los técnicos Eragon y el reaparecido exótico Sexy Gladis.

Carta Brava continúa buscándole tres pies al gato, y nuevamente trató de arrebatar la capucha de Eragon, a quien la paciencia puede acabársele pronto.

En la lucha que dio inicio a la función, Blasfemia e Imperial se trenzaron en un duelo de dominio alterno y al final empataron en la única caída del combate, al quedar ambos con la espalda plana.

Ninguno de los dos estuvo conforme con el resultado y pidieron un duelo de desempate.

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