Luces, gente gritando a favor o en contra, una arena, sillas un ring, capas, botas, equipos, trusas, butargas, lances, llaves y castigos eso es parte de las maravillas de la lucha libre, algo que una vez terminada la función queda detrás y deja simplemente a una persona, ese héroe, ese ídolo, ese ser idolatrado u odiado, se vuelve un hombre o una mujer normal, que muy pocos conocen y que con detrás el luchador, Gladiatores pretende mostrarle a los aficionados un poco mas de ese lado humano del luchador, ese que no se siempre se conoce y que siempre vale la pena conocer.
En esta entrega Andrés González, mejor conocido por sus personajes de El Impala, Araña Negra y Blackman II, nos platica de su historia como luchador, de cómo pudo cumplir una promesa a su padre, sus personajes, y su inquietud de estudiar una carrera, porque como él lo dice, la lucha no iba a ser para siempre, una gran historia de querer ser algo en la vida para todos los fanáticos de la lucha libre.
Con mi padre, Blas González en la arena San Agustín, nos acompaña El Académico. El ring de la arena San Agustín se encontraba a ras de suelo. Yo luchaba en ese entonces con el nombre de Garryk.
Con mi esposa, Patricia Rivera. La gráfica muestra al maestro Blue Demon, el día de nuestra primera mancuerna
Como Impala con el gran Blue Demon, en una de las incontables giras por el interior del país. Un maestro con Kilómetros de lona recorrida y un novato con sed de gloria
El Impala con grandes e inolvidables amigos, de izquierda a derecha: Pequeño Goliat, mi compadrito chulo Gran Nikolai, Artudito y el notable pensador Fili Estrella
Testimonio periodístico de mi encuentro con el maestro tapatío Black Terry.
Fotos tomados del libro PROMESA CUMPLIDA de Andrés González
